La primitiva sociedad romana era una sociedad, básicamente de campesinos cuya subsistencia dependía de una pequeña propiedad, pero no siempre les fue posible sobrevivir con estas reducidas haciendas y hubo momentos en los que la única salida que les quedaba era ir a una ciudad, donde podían encontrar algún trabajo o, si eran ciudadanos, subsistir de la beneficencia del estado. Esto es lo que le va a suceder a nuestro imaginario personaje Gayo Asinio Polión, hijo de Gayo, quién se verá obligado a abandonar las tierras que poseía en el fundus en el que vivía, para tratar se sobrevivir en la capital de la República, en Roma.
Una vez llegado, lo primero era buscar una vivienda, conseguir sus primeros alimentos, conocer la ciudad, sus barrios y sus peligros y buscar a un protector, un patrono. La búsqueda de trabajo no era fácil y en ocasiones la única salida que le quedaba, ya a finales de la República, era alistarse en el ejército. También, si era ciudadano, en más de una ocasión al año era llamado a las urnas, para elegir a los nuevos magistrados. Si finalmente había acabado enrolado en una legión, a su regreso, una vez cumplidos los 20 años de servicio, ya en Roma, podría contemplar el fastuoso triunfo de alguno de los generales, bajo quién, es probable, que hubiera servido. Pero la vida en Roma no estaba exenta de peligros, ladrones y facinerosos siempre acechaban; sin perder de vista la enfermedad.
Como resumen, podernos decir que sobrevivir en la Antigua Roma aunque fuera durante un corto periodo de tiempo podía convertirse para cualquiera que no residiera habitualmente en la Urbs en algo parecido a Los Doce Trabajos de Hércules.
Este curso tiene como objetivo mostrar de forma diferente algunos de los aspectos menos conocidos de la vida cotidiana de la capital del Imperio.
El curso propone un acercamiento al mundo cultural y artístico femenino en la Edad Moderna. Delimita un recorrido por los temas, las prácticas y los mecanismos con los que las mujeres se afanaron en su «autoconstrucción». La pregunta fundamental es ¿cómo se construyó la identidad de género femenina y cómo el arte y la cultura fueron sus medios? tanto a través del patronazgo, del coleccionismo como en sus variadas formas de relación con el arte: en sus actuaciones como artistas o a través de las imágenes femeninas.
Las ponentes convocadas, con una dilatada experiencia en esta área de la investigación, afrontarán el estudio de cuestiones relevantes para entender la visibilidad de la mujer en la Edad Moderna y, para ello, pondrán en evidencia las características físicas y estéticas de piezas artísticas ideadas en este periodo.
Uno de los rasgos más reconocidos de la civilización romana es, sin duda, su desmedida inclinación al mundo de los espectáculos públicos, sintetizado en la famosa expresión de Juvenal (10, 81), panem et circenses, que aúna la necesidad que, en igual medida, los romanos tenían del trigo y de los espectáculos gratuitos. Gracias a los vestigios arqueológicos de los antiguos teatros, anfiteatros y circos, así como a las numerosas fuentes documentales e iconográficas relativas a los munera (juegos), podemos percibir la relevancia que en la sociedad romana tuvo la celebración de grandiosos espectáculos ofrecidos a las fervorosas multitudes. Aun reconociendo que, desde nuestra perspectiva actual, muchos de ellos pueden calificarse como cruentos ―e incluso sanguinarios―, sorprende el hecho de que el ámbito de la diversión estaba sujeto a un determinado código de comportamiento que lo alejaba de la arbitrariedad. En este curso se prestará especial atención a algunos aspectos de los espectáculos poco conocidos, e incluso insospechados, que nos ayudarán a comprender mejor la antigua mentalidad romana, evocada de alguna manera en nuestra actual cultura occidental.
Constituye un lugar común -tan asumido que se desvincula de su paternidad- afirmar que los tres grandes pilares que sustentan la civilización occidental son la filosofía griega, la religión judeo-cristiana y el derecho romano.
Quien primero enuncia esta trilogía -en clara expresión topográfica-, es Paul Valery que al preguntársele ¿Qué es Europa? responde: Atenas, Roma y Jerusalén. La trilogía se comparte por pensadores de distinto cariz intelectual e ideológico. También la vida pública de las distintas naciones de la civilización occidental se han visto influidas por la acción de la Iglesia. Y mucho más las casi infinitas acciones de ayuda a los más necesitados en todos los rincones de la Tierra.
Desde que a principios del siglo XX apareciera una primera propuesta para catalogar los tipos de cuentos tradicionales, los diversos catálogos tipológicos del cuento folklórico que han ido apareciendo a lo largo de los años han sido vistos de muchas maneras distintas: un imposible libro de arena, un mosaico infinito, un trabajo obsesivo, un intento fallido, un recurso maravilloso y siempre, en cualquier caso, una excusa para volver, una y otra vez, a los cuentos de la tradición oral y conocerlos más y mejor. Este curso propone un acercamiento a tipos y motivos del cuento folklórico desde la perspectiva de la teoría narratológica y la investigación etnográfica, por un lado, y desde la práctica narrativa y artística, por otro.