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Del convidado de piedra al fantasma de sábana blanca y cadenas nos encontramos en la literatura y el cine con personajes que se aparecen sin que podamos adscribirlos al reino de los vivos o de los muertos. Su cuerpo es intangible; su visión, aterradora; su realidad… Aparecen en todas las culturas y sociedades y solo pronunciar su nombre -fantasma, vampiro,  strigoi, daimon, doppelgänger, banshee, jinn, preta- es suficiente para que se activen en el hipotálamo las pesadillas más angustiosas. Javier Marías definía a este ente como «alguien a quien ya no le pasan de verdad las cosas, pero que se sigue preocupando por lo que ocurre allí donde solían pasarle y que -aun no estando del todo- trata de intervenir a favor o en contra de quienes quiere o desprecia». En este ciclo nos detendremos, no sin espanto, a analizar a algunos de estos aparecidos en diferentes culturas y momentos históricos con rigor, humor e ironía.