Las mujeres que habitan en las comunidades pesqueras han participado en múltiples actividades económicas relacionadas directa o indirectamente con la pesca: extracción, venta, marisqueo, miticultura, en la transformación, confeccionando y reparando redes, clasificando y realizando otras actividades auxiliares, asumiendo un papel fundamental en el éxito de la configuración de la industria del mar, sin embargo, han sido relegadas a una posición secundaria a pesar de ser el motor industrial en comunidades como la gallega.