La curiosidad por conocer los principales jalones de la historia del arte revela madurez por parte de las sociedades que estudian su pasado con respeto, intuición y aprovechamiento. Comprender iconos congelados nos hace valorar e interpretar mejor los que aparecen en ciernes y los que están por venir. Lejos de alabar repertorios de estetas o catalogar galerías eruditas, la información suministrada por los testimonios artísticos aparece enhebrada en la historia de las culturas y es digna de análisis y memorando. No siempre reparamos en el poder de la imagen, sus significados, soportes, comitentes, tergiversaciones, endiosamientos, ambivalencias o secuelas.